Notas detalladas sobre misterios dolorosos
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Con el ánimo conmovido volvemos una y otra oportunidad sobre la imagen de Jesús orando que delante su angustia acepta la voluntad del Padre y rechaza las tentaciones del demonio.
La meditación sobre estos misterios nos permite profundizar en el bienquerencia y el sacrificio de Jesús por la humanidad, y nos ayuda a entender la importancia de su muerte en la cruz.
Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; trenzaron una corona de espinas y se la pusieron sobre su cabeza.
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La oración que se reza en el primer enigma doloroso del Rosario es el «Padre Nuestro». Esta oración es una de las más importantes en la tradición cristiana y es considerada la oración principal del Rosario. En ella, nos dirigimos a Jehová como nuestro Padre celestial, reconociendo su poder y su apego por nosotros.
Rosario de madera con medallones y cruces de metal. Estas cuentas están hechas de las mejores maderas duras que le dan un hermoso sabor a nuez moscada y canela y hacen que las perlas sean fuertes y duraderas.
¿Cuáles son los misterios dolorosos en la devoción del Rosario y cómo nos invitan a reflexionar sobre el sufrimiento humano y la redención?
Por ejemplo, si nos vamos al primero de los cinco misterios del Rosario Dolorosos, en el momento donde Nuestro Señor se encuentra orándole a Todopoderoso nos misterios dolorosos damos cuenta de que aún con miedo y tristeza porque sabía lo que vendría, le pedía que se cumpliera su voluntad.
Es por ello que lo exiguo que podemos hacer por él y por nuestra origen es dedicarle tan solo unos minutos de nuestro día para hacerles conservarse nuestro inclinación, agradecimiento y perdón. Los misterios dolorosos se rezan exclusivamente los martes y los viernes.
Este rezo nos invita a contemplar la grandeza de nuestra Certeza y a elevar nuestras plegarias misterios dolorosos con fervor y devoción.
¡Es rey de Israel!; pues que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios; pues que le salve ahora, si es que de verdad le quiere. De hecho dijo: ‘Soy hijo de Todopoderoso.’» De la misma modo le injuriaban también los bandidos crucificados con él.
La escena de Getsemaní nos conforta y anima a realizar un esfuerzo voluntario de consentimiento. La admisión incondicional del sufrimiento, cuando es Jehová quien lo quiere o permite: “No se haga mi voluntad, sino la tuya”. Palabras que desgarran y curan, porque enseñan a qué graduación de fervor puede y debe conservarse el cristiano que sufre, unido a Cristo que sufre.
"Gracias del ocultación de la carga de la cruz, desciendan sobre mi alma y la háganla verdaderamente paciente.”
Asístenos propicio desde el gloria, en esta lucha contra el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo misterios dolorosos libraste de la crimen la vida amenazada del Inmaduro Jesús, Campeóní ahora defiende a la santa Iglesia de Alá de las hostiles insidias y de toda adversidad.